Inicio | Despoblación | ¿Qué es la despoblación? Causas y consecuencias
La despoblación es un proceso demográfico y territorial caracterizado por la disminución progresiva del número de habitantes que residen en un área determinada en comparación con un periodo anterior. Esta reducción puede deberse a un crecimiento natural negativo (es decir, cuando se registran más defunciones que nacimientos), a un saldo migratorio negativo (cuando emigran más personas de las que llegan), o a la combinación de ambos factores. Por ello, las causas que explican este fenómeno suelen
ser complejas y “exigen análisis profundos para poder realizar un diagnóstico adecuado” (Pinilla y Sáez, 2017).
Este descenso poblacional afecta especialmente a las zonas rurales, principalmente como resultado de la migración hacia ciudades y áreas urbanas. Con el tiempo, la población de los pueblos se reduce, predominando las personas mayores, lo que lleva a una caída en el número de nacimientos y agrava aún más la despoblación. Desde una perspectiva sociológica, la despoblación se considera “un fenómeno estructural, que se viene produciendo en muchas regiones del mundo desde la segunda mitad del siglo XIX” (BBVA, 26 de junio de 2024). Está vinculada a transformaciones profundas en las sociedades y, por tanto, se trata de una problemática compleja para la que no existen soluciones sencillas.
En comparación con otros países europeos, España presenta una densidad de población relativamente baja (93 habitantes/km²), por debajo de países como Francia (119), Italia (206), Alemania (240) o Reino Unido (279). Las diferencias son aún más marcadas si se compara con países más pequeños como “Bélgica (381) o Países Bajos (507), y también son importantes con relación a Dinamarca (136), Polonia (124) o Portugal (112)” (Bandrés y Azón, 2021, p. 7).
Estas cifras reflejan no solo una diferencia demográfica, sino también una desigualdad urbano-rural. Mientras las ciudades crecen y se densifican, muchas zonas pierden población de forma constante. Esta situación no es fruto del azar, sino de un conjunto de factores históricos, económicos y sociales que han ido empujando a la población rural a abandonar sus lugares de origen, por lo que comprender esas causas es fundamental para dar respuesta a este problema.
Causas de la despoblación
Las causas que motivan este abandono de las zonas rurales son de carácter económico y social. En el ámbito económico, destacan los procesos de industrialización desarrollados desde la segunda mitad del siglo XIX y a lo largo del siglo XX, que concentraron el empleo, los servicios y la riqueza en las áreas urbanas, dejando en desventaja a los territorios rurales
Desde el punto de vista social, este desarrollo económico motivó a muchas personas y familias rurales a emigrar en busca de mejores oportunidades laborales y condiciones de vida. Durante décadas, el medio rural ha sido subestimado y visto de manera negativa, ya que el progreso y la modernización se han asociado tradicionalmente al mundo urbano. Existía (y existe) la creencia de que la vida en la ciudad ofrecía mayores beneficios y calidad de vida. Sin embargo, también es importante señalar que la vida en el mundo rural puede ser dura y compleja, lo que llevó a muchas personas a buscar otras opciones (BBVA, 26 de junio de 2024).
Además, la falta de acceso a infraestructuras y servicios públicos como educación, sanidad, transporte o vivienda pública ha contribuido significativamente al abandono del entorno rural, provocando una serie de consecuencias en este ámbito.
Consecuencias de la despoblación
Según el estudio «La despoblación rural en España: génesis de un problema y políticas innovadoras», elaborado por el Centro de Estudios sobre Despoblación y Desarrollo de Áreas Rurales (CEDDAR), las principales consecuencias de la despoblación son:
● Envejecimiento poblacional
● Descenso de la natalidad
● Falta de mano de obra en el sector primario (especialmente en agricultura y ganadería)
Asimismo, se producen otras consecuencias igualmente relevantes:
● El aislamiento social: incremento de la soledad no deseada, sobre todo en personas mayores.
● Declive de la economía local: reducción del consumo, cierre de negocios y pérdida de actividad actividad económica
● Riesgos ambientales: al cesar actividades tradicionales de gestión del territorio (ganadería, agricultura, trabajos forestales), aumentan los incendios, la degradación del paisaje, la erosión del suelo y la pérdida de biodiversidad.
● Impacto cultural: pérdida de la identidad local, tradiciones, costumbres, lenguas y patrimonio inmaterial como oficios tradicionales, festividades o saberes populares.
● Consecuencias políticas: dificultades en la gobernanza de territorios con población escasa y dispersa, lo que complica la planificación y prestación de servicios públicos.
La despoblación no es solo una cuestión de números; es un fenómeno que afecta profundamente en la vida de miles de personas, la economía local, el equilibrio territorial y el patrimonio cultural de nuestro país. Afrontar este desafío requiere una mirada integral, políticas innovadoras y, sobre todo, voluntad colectiva para revalorizar el medio rural. Reconocer su potencial y sus aportes es el primer paso para revertir el abandono y construir un futuro más equilibrado y sostenible para todos.
Referencias:
Bandrés, E. y Azón, V. (2021). La despoblación de la España interior. Madrid: Funcas. PDF
BBVA (26 de junio de 2024). La despoblación rural: crónica de una desaparición anunciada. BBVA.com. WEB
Pinilla, V. y Sáez, L. A. (2017). La despoblación rural en España: génesis de un problema y políticas innovadoras. Centro de Estudios sobre Despoblación y Desarrollo de Áreas Rurales (CEDDAR). PDF